El gato es un carnívoro estricto, con necesidades energéticas altas y tiene una alta necesidad de proteínas y baja necesidad de hidratos de carbono. En comparación con los omnívoros, el gato adulto necesita de 2 a 3 veces más cantidad de proteínas, y tiene un mayor número de aminoácidos esenciales ya que su capacidad para conservar o sintetizar ciertos aminoácidos es menor en ellos.

Los gatos tienen una capacidad estomacal reducida derivado del hábito de hacer múltiples comidas pequeñas a lo largo del día. Las presas principales de los pequeños felinos son ratones, ratas, conejos, pájaros, ranas, reptiles e insectos. El instinto de caza es tan grande que, aunque estén comiendo, si ven otra presa, la cazaran, y seguirán comiendo la presa anterior. Para poder cazar, el gato debe estar en forma, y mantener un peso óptimo (la obesidad no es compatible con esta actividad), esto explicaría porqué el gato en libertad autorregula su ingesta energética y su ingesta de macronutrientes. Cuando el gato no necesita cazar pierde esta capacidad de autorregulación, y cae en la obesidad.

Los gatos no tienen receptores para saborear la sacarosa u otros azúcares, pero cuando se trata de aminoácidos prefieren aquellos de sabor “dulce” a los amargos o ácidos.Los gatos suelen rechazar comida que se encuentra por debajo de los 15ºC o por encima de los 50ºC, y tienen preferencias por comidas cuyo contenido en agua, proteínas y grasas sea parecido al de sus presas naturales, sin embargo, gatos que han sido alimentados durante mucho tiempo con pienso seco, presentan una gran preferencia hacia esta comida.

La selección del alimento se basa en sus sentidos, especialmente en el olfato. Si varios alimentos son atractivos por su olor luego elegirán basándose en el sabor. Si un alimento tiene un olor muy atractivo, es posible que se decante por solo consumir ese alimento.

OJO CON ESCONDER MEDICACION EN LA COMIDA, SI LA DESCUBREN RECHAZARAN ESE ALIMENTO COMPLETAMENTE

Las preferencias de los gatitos, no solo dependen de lo que la madre coma durante la preñez y la lactancia (el líquido amniótico y la composición de la leche varían en función de lo que consuma la madre), sino de lo que coman durante los primeros 6 meses de vida, por lo que la dieta de los gatitos durante este periodo debe ser variada en sabores y texturas.

NEOFILIA: Se trata de la preferencia por alimentos nuevos, algo que se ha visto mucho en los felinos. Esto permite al animal diversificar su alimentación, y equilibrar su régimen alimentario. Este comportamiento variará en función de la palatabilidad del alimento nuevo y de la disponibilidad del alimento habitual.

NEOFOBIA: Es la aversión a los alimentos nuevos, comportamiento muy extendido entre los felinos domésticos. Un animal que consume uno o varios alimentos que le proporcionan una dieta adecuada, no se arriesgará a introducir un alimento inadecuado. Para superar este comportamiento debemos insistir ofreciendo la dieta nueva como alternativa y conseguir que la pruebe.

AVERSIÓN: Este comportamiento tiene su utilidad para evitar alimentos que no les convienen a los animales. Es un condicionamiento negativo. Por ejemplo, si consume un alimento relacionado con una mala experiencia como un proceso tóxico o un proceso digestivo el animal no volverá a ingerir ese alimento. El olor de un alimento asociado con un proceso digestivo es suficiente para crear una aversión.

PECULIARIDADES FISIOLÓGICAS DEL GATO DOMÉSTICO

El gato presenta diversas adaptaciones fisiológicas que reflejan sus reducidas necesidades de hidratos de carbono. No posee amilasa salival, que es la enzima que inicia la digestión del almidón. Además, la actividad de la amilasa intestinal y pancreática es baja, al igual que la actividad de las disacaridasas, que digieren los carbohidratos en el intestino delgado. Estas particularidades enzimáticas no implican que el gato no sea capaz de digerir el almidón, de hecho, los hidratos de carbono digestibles se metabolizan eficazmente, pero su metabolismo está orientado a la utilización preferente de grasas y aminoácidos en la producción de glúcidos. Como consecuencia, el gato tiene una capacidad limitada para controlar rápidamente la hiperglucemia secundaria a una absorción importante de glucosa.

Por otro lado, en el gato, los niveles elevados de hidratos de carbono en la dieta pueden disminuir la digestibilidad de las proteínas. Esto se debe a la asociación de diversos factores, incluyendo la aceleración del tránsito intestinal.

Las grasas son la principal fuente de energía. Los ácidos grasos esenciales en el gato incluyen el ácido linoleico, ácido linolénico, ácido araquidónico, ácido eicosapentaenoico y el ácido docosahexaenoico. Estos componentes deben ser ingeridos en la dieta diaria.

Las necesidades vitamínicas en el gato son únicas, ya que en comparación con otras especies el gato necesita un mayor aporta de vitaminas hidrosolubles del grupo B. En caso de ayuno prolongado sus reservas se agotan rápidamente. El gato no posee las enzimas necesarias para obtener la vitamina A del β-caroteno por lo que tiene que ingerir la vitamina A en su dieta.

Los gatos no pueden sintetizar la taurina, a partir de otros aminoácidos, como la cisteína, por lo que debe ingerirla en su dieta diaria. La taurina se obtiene en cantidades apreciables de la carne y el pescado. Se ha demostrado que la deficiencia de taurina provoca cardiomiopatía dilatada, trastornos de la reproducción y degeneración de la retina en su zona central.

El impacto positivo de una nutrición adecuada en la salud y enfermedades está bien establecido en todos los animales. Una alimentación apropiada a lo largo de todas las etapas de la vida puede ayudar a evitar enfermedades asociadas con la dieta, así como en el manejo de otras enfermedades.

Las necesidades de sal en los gatos son relativamente reducidas, ya que no sudan, y por lo tanto sus pérdidas son mínimas.

Cada vez está más generalizada la alimentación de los gatos con piensos comerciales secos o húmedos. Estos piensos se suelen realizar con una fórmula fija de ingredientes que permita una cierta seguridad sobre su utilización digestiva. Debido a su necesidad de hacer multiples comidas pequeñas al dia, este tipo de alimento nos facilita la alimentación de nuestro gato, ya que se puede estar en le comedero bastante tiempo sin que se contamine o se estropee.

Los piensos secos, que cada vez se utilizan más, tienen un contenido en humedad de alrededor del 10%. Los alimentos húmedos en lata o pouch suelen tener un contenido en humedad cercano al 70-80%. Es importantísimo que los gatos coman dieta huemda a diario para favorecer su hidratación, ya que fisiológicamente están hechos para adquirir la mayoría del agua necesaria a partir del alimento ingerido, además, al ser menos calórica, la dieta húmeda ayuda a muchos gatos a mantener su condición corporal o a perder peso.

Los piensos secos tienen 5 veces más calorías que los piensos húmedos

En todo caso la cantidad de comida que le demos a nuestro animal estará condicionada por su estado corporal, su actividad diaria y su estadio fisiológico.

DIETAS CASERAS   

Las dietas caseras pueden ser un alimento adecuado para los gatos domésticos y pueden contener productos cocinados o crudos. Para el veterinario, las dietas caseras pueden ser una opción cuando intentamos diagnosticar una intolerancia alimentaria, o si tenemos un paciente con varias patologías combinadas y no hay una dieta comercial adecuada para nuestro caso.

El problema de las dietas caseras es conseguir una dieta completamente equilibrada para nuestro gato, y muchas veces se producen patologías secundarias a una dieta desequilibrada:

– La deficiencia de vitamina E puede causar esteatitis (inflamación del tejido graso).

– El pescado crudo contiene antitiamina pudiendo aparecer síntomas neurológicos.

– Los productos lácteos no se digieren bien por lo que pueden provocar diarreas.

– El exceso de hígado en la formula puede provocar hipervitaminosis A, que causará osteopatías con formación de hueso nuevo.

– El hiperparatiroidismo secundario por una ingesta inadecuada de calcio/fósforo, es uno de los principales problemas detectados en felinos alimentados con dietas caseras (detectado en fracturas óseas espontáneas, espasmos musculares o convulsiones).